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  Al principio de todo, solo estaba Yggdrasil, el Gran Árbol de la Vida. Sus ramas y fuertes raíces, mantienen unidos los nueve Reinos. Entre esto reinos, se encontraban Asgard, Reino de Aesir, valquirias y hogar del Valhalla; y Helheim el Reino de los Muertos. Las valquirias pertenecían exclusivamente a Asgard, no podían visitar Helheim. En este último además de los muertos, espíritus y otros infraseres, estaban los demonios; condenados a jamás poder ascender a Asgard.


  Las valquirias eran nobles guerreras aladas al servicio de Asgard. Se encargaban de guiar las almas de los mas heroicos guerreros de Midgar hasta el Valhalla. Por otro lado los demonios eran fuertes criaturas bajo el mando de Hela, Aesir de la Muerte. Estos vagaban por toda Midgard cobrando, y/o robando, almas que eran el pago de diversos tratos. Las valquirias no podían ver ni tratar con los demonios, y viceversa. Estaba tajantemente prohibido la relación entre estos.. Además de que ellos mismos albergaban, y se profesaban, un infinito odio los unos por los otros.


  Pese a todo ello, cierto día.. Una valquiria, la mejor de todas, llamada Eyma pero conocida por el título de "la Caminante de Estrellas"; conoció al más orgulloso y letal demonio de las huestes de Hela.. Baru, el Soberano de la Destrucción. Combatieron sin descanso ni piedad durante más de una semana, por el alma de un valeroso rey vikingo. O al menos lo hicieron hasta que cayeron presos del más poderoso e irresistible hechizo.. El amor. Ambos se enamoraron del poder y las habilidades de su oponente. Llegando a mantener, en secreto, una relación que fue creciendo entre sus luchas o intentos de matarse. De la peculiar pareja nació un extraño niño. Ni valquiria, ni demonio.. Diferente a sus dos progenitores, pero lleno de la esencia de ambos y con un aspecto humano; sin serlo en realidad. Así nació el primer Nephilim.


  Temerosos de la ira de los dioses, tanto Aesirs como Vanirs, la pareja.. Dejó al pequeño recién nacido en Midgar. Allí fue hallado por un joven, un jovencísimo rey llamado Biorn; perteneciente a la primera tribu escandinava, y la más respetada de todas. Aquel chico había ascendido prematuramente al cargo, tras la muerte de su padre en una batalla.. Sí, se trataba del mismo rey cuya alma fue disputada por la valquiria y el demonio..


  El niño recién nacido, fue acogido y criado como a su propio hijo por el nuevo rey; por su nuevo padre y al único al que conocería. Poco tardó en darse cuenta de que aquel niño, no era del todo corriente ni similar a otros.. A medida que fue creciendo, demostró que podía hacer cosas que ningún otro hacía. Aunque no tenía ni un año, poseía la misma fuerza que un adolescente. Por no mencionar la velocidad con la que movía sus manos, o lo rápido que se desarrolla físicamente.

❝Todos tenemos una bestia oculta en nuestro interior, y solo a nosotros nos corresponde controlarla❞

  Un día, la gran bestia negra, la Dragona Demoníaca Nidhogg, despertó para seguir devorando las raíces de Yggdrasil. Cosa que hizo nada más salir de su sueño, y en apenas unos días había cruzado de Niflheim a Midgar.. El rey de la tribu, más conocidos como los Hijos del Gran Árbol, enfrentaron a la Dragona Demoníaca. Mas en aquella lucha, solo hubo bajas por parte de los humanos. Motivo por el que el jefe, el Rey Biorn pidió ayuda y audiencia con los Aesirs.. Pero lo único que obtuvo fue una negación, en una frase que detallaba perfectamente a estos "No haremos nada, a menos que esa bestia alcance Asgard".


  Tras ello Biorn acudió a una völva [bruja/sacerdotisa] llamada Fawn. En ella buscó información de cómo parar a la voraz bestia. Y la völva le contó que podrían derrotar a Nidhogg si invocaban al Gran Rey Blanco, el Sacro Wyvern. Quien en su orígen era un pequeño y valiente elfo arbóreo que se transformó, en Alfheim, tras comer una fruta regalada por Yggdrasil. Explicó de qué forma se invocaba, y que una vez hecho ambas bestias se enfrentarían.


  Luego de un largo y peligroso viaje, la tribu reunió diversas runas antiquísimas y otras objetos mágicos necesarios para el rigual. Finalmente pudieron invocar al Sacro Wyvern. Cuando despertó, fue directamente a enfrentar a Nidhogg. Pero nadie se esperaba lo que sucedió realmente, pues ninguno era más fuerte que el otro.. Así que durante años, se enfrentaron encarnizadamente sin que ni uno ni otro se llegase a proclamar victorioso. Sí que la lucha resultó ser una catástrofe, una calamidad para toda la humanidad.. Porque ambos dejaron Midgard casi en la absoluta ruina.


  De nuevo el rey Biorn, ya mucho más mayor, solicitó una vez más la ayuda de Fawn. Ella le habló de una antigua leyenda, conocida por muy pocos, que mencionaba la existencia de una raza superior y ancestral capaz de albergar almas y seres en su interior; que eran de apariencia humana. Una raza considerada abominable por igual en casi todos los Reinos de Yggdrasil. Una raza que solo podía surgir de la unión de dos Reinos enfrentados. Y estos eran conocidos como Nephilims.


  Fawn le fue explicando más características y habilidades de estos seres. Hasta que todos los puntos narrados le fueron familiares. Ahí quedó impactado, debido a que conocía a un ser de esa raza ancestral sin siquiera saberlo.. Al la única persona que había visto en su vida con tales dones, pero que fueron achacados a simple anatomía y suerte. No era otro que el mismo a quien crió como un hijo, y cuyo nombre que le otorgó fue Balgruuf.


  El niño, ya adulto, por casualidad, oyó de la leyenda a raíz de ciertos rumores que se propagaron por las aldeas. Aunque su padre había prohibido que se hablase de ello, o que le contasen al mismo. Ello porque Biorn se negaba rotundamente en usar a su hijo para aquello, quería evitar condenarlo para toda la vida. Sin embargo por mucho que el rey no quisiera eso, Balgruuf se ofreció a encerrar a los dos dragones. Sabía que si no se hacía, la guerra entre ambos terminaría por destruir Yggdrasil... Y con ello todos los Reinos. El Nephilim, enfrentó a las Dos Bestias bajo el conocimiento de que no podría ganar, con el único propósito de cansarlos. Combatieron durante días, y cuando los tres estuvieron cansado, luego de un ritual que casi mata a Balgruuf, la völva encerró a ambas en el interior de aquel que se sacrificó con una sonrisa en el rostro.

❝Cᥙᥱᥒtᥲ ᥣᥲ ᥣᥱყᥱᥒdᥲ qᥙᥱ sι mιrᥲs fιjᥲmᥱᥒtᥱ sᥙs ojos.. Podrᥲ́s vᥱr ᥲ ᥣᥲs bᥱstιᥲs qᥙᥱ oᥴᥙᥣtᥲᥒ❞

  Tras el ritual y pese al sacrificio que hizo, pasó a ser considerado como un monstruo, fue menos aceptado y querido por todos; además de odiado tanto por gente de la tribu como por los Aesirs.. Estos últimos no solo por la raza de Balgruuf, también porque ahora en su interior vivían los dos seres más fuertes de la existencia.


  Una noche, tras una pesadilla, la Dragona Demoníaca Nidhogg, se hizo con el control del cuerpo de Balgruuf. Y en un ataque de furia, casi destruyó a la tribu por completo. Por suerte, aunque tarde porque había acabado con la vida del Rey Biorn, entre el ímpetu y la fuerza de voluntad del Nephilim y el Gran Rey Blanco la doblegaron. Aterrados y despreciando al culpable de los hechos, lo supervivientes y el nuevo Rey de la tribu exiliaron a Balgruuf. Lo desterraron a un par de islas hermanas ocultas en una peculiar y mágica niebla, al norte de donde estaban situados y en mitad del mar.


  En aquella islas vivió, sin poder morir ni envejecer, a solas y exiliado unos 50 años. O al menos lo pretendió, porque algunos supervivientes de los Hijos del Gran Árbol.. SIguieron a Balgruuf hasta allí. Posteriormente se crearon dos asentamientos, que crecieron hasta ser dos pueblos. La Bahía de Jörmund, en la costa este; y el Paraje de Wilhelm, apostados al noroeste de la única montañana de esa isla.


  Los siguientes 100 años, Balgruuf los vivió vagando como un nómada por toda Midgard. Descubriendo lugares, conociendo gente peculiar y encontrándose a sí mismo. A su regreso a las islas hermanas, les dio un nombre nuevo. Las llamó Gemelas Neblinosas. Y  además construyó piedra a piedra y con sus propias manos, un castillo en el cual viviría. Lo erigió en la isla sur, o Menor.. Usando la ladera sur de la montaña [profundizando incluso en ella], siendo más alta que esta; y tan colosal por dentro que se tardaban más de tres días en recorrerlo entero. Inclusive se decía que era mucho más grande que ambos pueblos juntos. Lo nombraron Nidhogg Barad.


  A partir de ello y de la cercanía con ambos pueblos, crearon la Orden de las Dos Bestias. Este grupo se encargaba de velar y proteger al recipiente, además de cuidar las islas. Tras cada victoria de las tribus del continente, Balgruuf y la Orden recibían tributos sin importar cual fuese el Rey, Jarl o clan vencedor.. Ello en agradecimiento al sacrificio que hizo antaño. Balgruuf fue nombrado Jarl de la Orden, y poco después pasó a ser considerado como el primer Aesir de Midgard.


  La Orden fue creciendo, tanto como por los propios nacidos en la Menor y los pueblos.. Como por todos los que se iban uniendo voluntariamente. Los hijos de cada miembro, al crecer, iban adoptando el oficio, el nombre y el título de uno de sus progenitores cuando estos fallecían.. Así hasta la actualidad, donde la Orden está por toda Midgard y se ramifica-expande en muchos grupos diferentes; tales como los Sabios Herederos, Grandes Señores, Nómadas, Maestres, Afiliados y Aliados.

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